Llegó a princesa saliendo en la tele para regocijo de la plebe. Divorciada y sin hijos pronto nos llamó la atención por no cerrar el pico. Ahora, que se calla, la reducen el pico para no desentonar en la corte, donde sobra cara y faltan narices.
Es una mujer de su tiempo y como tal, siempre se liberó de aquello que le molestaba: una nariz, un marido... que no lo haga con un hijo!!! Aunque ya dijo que mal no estaba y el abuelo que no se queje si lo hacen con su nieto que él allí dejo su firma y tan contento.
Tras el desastre de Spanair nos mostró su rostro compungido, ciertamente lo estaba, pero no del dolor por los muertos... era el afeitado mentón que le molestaba un montón.
Claro que para respirar mejor, que mejor que un aspirado mentón que ya se sabe lo importante que es el mentón, el entrecejo y de paso los pómulos para respirar mejor.
Ha quedado mona, monísima y falsa como el trono que algún día heredará. El principito encantado con su juguetito, otro capricho más del más banal de los hijos de aquel que nunca tuvo narices, pero sí mucha jeta para saltarse sus promesas.
The Basilica of St Cecilia in Cologne.
Hace 3 horas
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